VERDAD Y DESEO II
- Ainhoa Ventura Trenado

- 24 dic 2023
- 3 Min. de lectura

Querido cibernauta:
Como pudiste ver en la primera parte de esta entrada, el deepfake supondrá una apertura técnica a la posibilidad de ver‐conformar en una imagen verosímil nuestros deseos proyectados. Pero a lo que deberás prestar atención es a por qué esos deseos, en un alto porcentaje, no van más allá del porno y otros corolarios de clichés patriarcales. Los usos que daremos al deepfake son huellas del discurso enunciativo en el que nos insertamos y del cual no podemos salir. Dentro de ese discurso somos moldes, muñecos vacíos de significado que adquieren sentido mediante procesos de imitación de referentes o imágenes comunes. Ese discurso es inevitablemente heteronormativo y patriarcal, y en él daremos usos al deepfake hasta llegar a lo que se conocerá como “abuso automatizado de imagen” que afectará a más de 100 mil mujeres en 2020.
En el año 2017, el usuario de Reddit “deepfakes” publicará en esta página web videos pornográficos donde las protagonistas tendrán los rostros de actrices célebres y cuerpo de actrices porno. Al mismo tiempo, compartirá un código abierto para deep learning en bibliotecas populares que provocará la proliferación de deepnudes de manera ilegal en diversos sitios web. Esto será el origen de un estallido de sitios porno especializados en deepnudes y la emergencia de un género denominado celeb-porn en sitios como PornHub y Mr. Deepfakes. Actrices como Emma Watson (cuando sea más mayor) tendrán un deepfake con más de 23 millones de vistas en Xvideos, Xnxx y xHamster, tres de los mayores sitios porno del mundo, cuya lógica de monetización consiste en la derivación de tráfico masivo a contenidos pagos.
Varios informes revelan que el 96% del contenido deepfake que circulará en la red serán pronográficos, y, de ellos, en el 99% aparecerán mujeres. Millones de hombres encontrarán la verdad en la correspondencia entre su deseo e imágenes íntimas de mujeres degradadas y cosificadas, aunque dichas imágenes las sigamos pensando como falsas dentro del binomio excluyente verdad-ficción. La predicción‐producción del deseo será, entonces, performativa en todas sus dimensiones : provocará los acontecimientos que previamente se han predicho. En este sentido, el análisis que hagas del deepfake no debe limitarse a las posibilidades de aplicación de esta tecnología, o si estas serán positivas o negativas para la sociedad, sino que habrá de ahondar en la huella que dejan las aplicaciones que se harán de ella, por mucho que intentes evitarlas. Aunque te advirtamos de ello y entiendas la repercusión que tendrá en millones de mujeres, aunque te escuchen y se tomen medidas preventivas, los consumidores seguirán allí y el mercado seguirá satisfaciéndolos.
Sophie Compton, futura cofundadora de la coalición My Image My Choice (Mi imagen, mi elección), asegurará que la polémica demuestra que los usuarios de estos sitios web son parte del problema y también deben rendir cuentas. El mercado no entiende de dignidad, de derechos de imagen, de delito. Absorve todo y lo adapta a sus propias reglas, convirtiendo a los usuarios de pornografía deepfake en meros consumidores de un bien que, si se demanda, ha de ofertarse. Pero el deepfake será el origen de una crisis identitaria que impida a las víctimas seguir sus vidas con normalidad, víctimas controladas por una identidad asociada a una imagen que no les pertenece, pero que parece suya. Y esta es la gran trampa del deepfake. Todo es verosímil, pero la verosimilitud también nos controla.






Comentarios